El comediante Mauricio Flores celebró sus 25 años de carrera esta noche con una sólida actuación, donde su personaje 'Tony Esbelt' le permitió obtener antorchas de plata y oro, en la tercera noche del Festival de Viña 2011.
El humorista alcanzó su mayor éxito en su cuarta participación (segunda en solitario) en la Quinta Vergara, ante el aplauso de un público que se rindió a sus pies, pese a tener en su mente los shows de Marco Antonio Solís y Calle 13.
La rutina partió con una sandía calada: su personaje 'Tony Esbelt', el personal trainer homosexual con el cual generó una lúdica e interesante dinámica con Rafael Araneda, pues se mofó del animador de forma constante, sacó a relucir su supuesta coquetería con una ucraniana del grupo Amirya e incluso pidió un beso al conductor a la usanza del Festival entre hombre y mujer, lo cual al final no se concretó.
Por supuesto Flores (vestido completamente de rosado y cintillo) contó una batería de chistes de doble sentido y generó un sketch donde midió la virilidad del actual conductor de Chilevisión y se mofó del trascendido de que no duerme junto a su esposa, Marcela Vacarezza, por las fechas del evento.
Posteriormente empezó a contar una serie de chistes alusivos a homosexuales, donde el personaje recurrente fue el modisto Gonzalo Cáceres -hoy en Bolivia- y su fallido casamiento con Sarita Vásquez. Las risas fueron constantes.
La Antorcha de Plata era cosa de tiempo y fue así que Flores la recibió con poco más de media hora de actuación, aunque luego el público exigió la de oro. Fue tal su emoción, que derramó lágrimas y recordó a su hijo mayor Yerko, mientras Araneda recordó que "25 años de carrera no son casualidad" mientras una modelo entregaba el premio.
"Aunque parezca cliché, les agradezco por tanto cariño en estos 25 años. Muchas gracias (...) hace unos años vine al Festival con mi hijo mayor de 12 años, hoy él es mi manager y está de cumpleaños. Le dedico el premio a él" , diría antes de un fuerte abrazo con la coanimadora Eva Gómez.
Luego de las emociones vendría el cierre del show, con una rutina donde Flores, vestido de Melame, mostró lo habitual que se le conoce con sus 'familiares' como 'Terrimpo y terrompo', aunque agregó una historia de cereales que no generó mayores risas y, por ende, fue insuficiente en definitiva para aspirar a una Gaviota de Plata.
Mauricio Flores, sin embargo, se puede ir tranquilo porque ratificó ser un comediante de probada trayectoria que puede, con el arte que sabe hacer, triunfar en un escenario tan exigente para los humoristas o comediantes: la Quinta Vergara.
Fuente. Publimetro
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